SU ESPECIAL TESORO

  ⁵ Ahora, pues, si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto,^[g] vosotros seréis mi especial tesoro^[h] sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra. ⁶ Vosotros me seréis un reino de sacerdotes y gente santa". Éxodo 19:5-6

Cuando tenemos algo de gran valor lo cuidamos de manera especial, lo protegemos, no lo exponemos a ser robado.

Dios nos dice que si nosotros le damos oído a su voz y aceptamos su pacto y permanecemos en el, entonces seremos para Él Su especial tesoro. Que hecho tan extraordinario es ser lo especial de Dios, saber que contamos con su cuidado y protección; que bueno es saber que somos de Dios y que Él nos ama como lo más especial. Qué bueno es ser el gran amor de Dios.

Sin Dios realmente no somos nada, sin Dios el hombre es un perdido, un pecador, un condenado; pero si pactamos con Dios permitiendo que Cristo sea el Señor de nuestra vida entonces seremos los hallados, los salvos e hijos de Dios.

Este privilegio de ser el especial  tesoro de Dios requiere de nosotros un paso, sin este paso es imposible serlo, Dios exige que pactemos con Él. Este pacto consiste en comprometernos con Dios a ser de Él, es decir nos comprometemos a serle fiel y darle el primer lugar en nuestra vida, nos comprometemos a buscarle, conocerle y conocer Su voluntad.

Ser de Dios no es decir: “yo creo en Dios” es una entrega completa a Dios, sin reservas, sin peros, sin condiciones; una entrega apasionada llena de sacrificios, esfuerzo, amor, santificación y deleite en Dios.

¿Qué mejor decisión puede ser mejor que aceptar el pacto que Dios nos ofrece? No hay nada mejor que ser el especial tesoro de Dios. Vale la pena todo esfuerzo, todo sacrificio y desprendimiento de todo lo que a Dios no le agrada con tal de ser suyo.