Confianza en el perdón divino.

Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, porque recibió a los espías en paz. Hebreos 11:31

La Biblia nos relata la historia de lo que hizo esta mujer ramera, llamada Rahab para recibir el favor de Dios y de Su pueblo Israel.

Esta mujer representa a miles de pecadores desechados, menospreciados o desestimados por la sociedad, por su condición de pecado.

Esta mujer expreso: ^“Sé que Jehová os ha dado esta tierra, porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los habitantes del país ya han temblado por vuestra causa.” Josué 2:9

Basados en su expresión podemos entender que el temor que Dios puso en su corazón y en los habitantes de toda aquella región era una señal de Su juicio sobre ellos, sin embargo, solo ella obedeció a este temor apoyando y cuidando a los espías del pueblo de Dios. Se arriesgo porque estaba segura de que el Dios de Israel era el único y verdadero Dios. Lo expresó de esta manera: “porque Jehová, vuestro Dios, es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.” Josué 2:11

Dios pone Su temor en todos los hombres de la tierra para que se alejen del pecado, reconozcan la santidad de Dios y reconozcan que Dios les llamara a cuenta. El Espíritu Santo es quien convence al mundo de pecado, justicia y de juicio (Juan 16:8). Pero los hombres no le obedecen y le desafían creyendo que le ganarán o se burlaran de Dios; otros ni siquiera reconocen Su existencia y otros no lo conocen y desmienten que tal cosa acontezca; pero quien cree en Dios debe creer en Su Palabra, la Biblia y en Ella esta el testimonio que así ha de ser.

Añado que el amor de Rahab por su familia también influyo en su cambio de actitud. También muchos hombres por amor a sus familias han cambiado en pro de garantizarles un bienestar bajo la cobertura de Dios.

Un cordón de grana en su ventana fue la señal para su salvación. El sacrificio de Jesús y la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas son la señal de nuestra salvación de la condenación eterna.

Esta historia nos enseña que todo aquel que con corazón sincero y arrepentido se acerca a Dios recibe Su perdón, además de eso lo bendice a él y a su familia, sin importan cuan pecador fue. Una conversión genuina es evidenciada con un cambio radical en el estilo de vida conforme a la guianza de la Palabra de Dios.

Emigdio Sumosa P.